La empresa británica W Resources retomó la actividad del yacimiento en 2018 y adeuda el pago del ICIO al Consistorio
La mina de La Parrilla (Santa Amalia y Almoharín) era definida en 2002 como «el mejor ejemplo de Europa de filones mineralizados en scheelita que encajan en rocas del Proterozoico». Así lo aseguraban los doctores en Ciencias Geológicas Pablo Gumiel y Rocío Campos en una publicación que indicaba también que la riqueza de estos filones la hizo conocida a nivel internacional, siendo la última explotación de wolframio que cerró en España. Sin embargo, años después retomó su actividad y ahora vuelve a estar de actualidad después de que el Ayuntamiento de Santa Amalia haya anunciado que ingresará 500.000 euros tras reclamar impuestos pendientes de pago por la actividad en el yacimiento minero, en concreto, en concepto de Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO) por el nuevo proyecto iniciado por la empresa Iberian Resources SL en 2015.
«Era un tema que nos preocupaba», reconoce la alcaldesa amaliense, Raquel Castaño, «teníamos constancia de que había actividad, de que existían ayudas públicas, pero en nuestro Ayuntamiento no existía constancia de que se hubiera efectuado el pago de los impuestos correspondientes a este proyecto». Esta situación hizo que el Consistorio iniciara una solicitud de cobro ante el Organismo Autónomo de Recaudación de la Diputación de Badajoz. La reclamación municipal se registró al no haber constancia administrativa de que Iberian Resources hubiera formalizado el pago de esos impuestos sobre el nuevo proyecto por el que la empresa recibió una ayuda de la Junta de Extremadura de 5,3 millones de euros.
Descubierta en los años 50
Quizás un contratiempo para la empresa británica W Resources, que en España actúa a través de su filial Iberian Resources, tras retomar las acciones en una mina descubierta en los años 50 y explotada por las sociedades Minera Bonilla y Minera Adelaida. Este antiguo balneario tenía como mineral principal la scheelita, formada por wolframio y calcio, pero también la casiterita, que suele contener un 79% de estaño. Una vez descubierta, la mina llegó a ser la mayor de España y la segunda de Europa en cuanto a producción.
Hasta los años 80 fueron numerosos los estudios y sondeos realizados para determinar la cantidad de material que albergaba el yacimiento. Sin embargo, como consecuencia de la crisis de mercado del wolframio y del estaño, La Parrilla paró definitivamente la explotación en 1987 y los trabajos de investigación fueron ya casi inexistentes en años posteriores.
En su publicación, Gumiel y Campos ya advertían de futuras exploraciones mineras de la zona que, años después, llegaron a concretarse. De esta forma, W Resources comenzó con una nueva planta en noviembre de 2019 después de los resultados obtenidos en el proyecto piloto ‘Fast Track Mining’ que presentaba al yacimiento como un lugar atractivo donde invertir por la existencia de más mineral potencialmente explotable. La empresa británica sostiene que en estos momentos puede producir al año aproximadamente 2.700 toneladas de concentrado de wolframio y 500 toneladas de concentrado de estaño con una vida útil total estimada de la mina superior a 11 años.